[vc_row][vc_column][thim-text-box style=”left” title_1=”Verónica Valdivia @VeroVAcarpediem
Especialista en Comunicación Interna y Gubernamental.”]Directora General de CarpeDiem Consultores, con experiencia en la gestión de estrategias y herramientas de comunicación para el desempeño del servidor público y el desarrollo de habilidades de Comunicación y Liderazgo de equipos de alto rendimiento. Organizadora y Ponente Internacional en diversos Seminarios y Cumbres de Comunicación en Latinoamericana y Europa.[/thim-text-box][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]No lo quería creer cuando me dijeron que vivía en una burbuja y que la realidad era muy distinta a la que yo tenía en mi vida cotidiana. Estar dentro de la organización de Mujeres de la Política me ha dado la oportunidad de conocer en efecto otras realidades y sumarme a la lucha de muchas otras.
Por lo general viajo mucho: conduzco, viajo en bus o en avión a cualquier parte que necesite y lo hago sola, con las medidas de seguridad que pensaba que eran de sentido común, como siempre avisar en dónde estoy, no trasladarme sola a zonas que no conozco y menos de noche, tomar un Uber en vez de taxi y compartir mi trayecto, hospedarme siempre en hoteles en zonas que no sea catalogadas peligrosas, no caminar por calles de noche y menos si no están bien alumbradas, no caminar en tacones altos por si tengo que correr, pero ¿es en verdad “sentido común” o es que nos acostumbramos a vivir con miedo? Y sí, a mi jamás me ha pasado nada porque de todas formas tengo como el chip de tener tanta precaución y sentirme cada día más insegura de salir.
Amo mucho a mi país, pero siento que vamos en retroceso en muchos temas y la seguridad es uno que últimamente ocupa todos los espacios de denuncia. Entonces, ¿qué mas podríamos hacer?, ¿en dónde podríamos vivir de una manera más segura?, ¿es una percepción sólo en México o cómo perciben esta situación nuestras compañeras socias en los 12 países donde tenemos presencia?
Encontré este ranking que hace el portal US News sobre los 80 mejores países para vivir siendo mujer, con una clasificación basada en la percepción que tuvieron 9,000 mujeres encuestadas con respecto a la preocupación por los derechos humanos, la igualdad de género, la igualdad de ingresos, el progreso, la seguridad y según sus resultados [1]
ONU México tiene un Programa Insignia Global Ciudades y Espacios Públicos Seguros para Mujeres y Niñas, que tiene como objetivo contribuir a la eliminación de la violencia sexual hacia las mujeres y las niñas en los espacios públicos.
Las ciudades que se sumen tienen que cubrir 4 compromisos:
Generar datos, construir alianzas para el cambio.
Desarrollar e implementar leyes y políticas integrales.
Invertir en la seguridad y la viabilidad económica de los espacios públicos.
Transformar las normas sociales.
A nivel mundial, alrededor de 30 ciudades se han unido al programa y en México sólo 5 ciudades están el programa, entre ellas Ciudad de México, Guadalajara, 5 municipios del Área Metropolitana de Monterrey, Puebla y Torreón.
¿Es suficiente? No. ¿Se percibe alguna diferencia? No. ¿Es justificable las recientes manifestaciones de vandalismo contra espacios públicos en Ciudad de México? Creo que tampoco, pero también creo que es no es la única forma en que las mujeres luchan, aunque sea la única que ha llamado la atención en últimas fechas como si solo se tomara en cuenta el resultado y no la causa.
Esta es una de las muchas luchas, pero también las mujeres consultoras tienen sus techos de cristal y sus pisos pegajosos y pugnan no sólo por sentirse en desventaja al negociar un contrato o tener un salario igualitario por la misma actividad, también luchan por no aceptar conductas que las hagan sentir incomodas en sus grupos de trabajo, también tienen miedo de denunciar a colegas por malas prácticas, pagos en negro o impagos, acoso o ciberbullying, amenazas a ellas o a sus familiares y se quedan sin denunciar o sin hablar por varias razones, entre ellas, la dependencia económica, la falta de utilidad práctica en instancias legales por vivir en un país y laborar en otro, porque no tiene un sistema de apoyo o respaldo o por vergüenza de pensar que sería mal visto que todos se enteren de la historia y pesar de una mujer con su perfil.
Es por ello que en el gremio de la consultoría las mujeres debemos de generar un círculo de confianza que fomente y desarrolle los mecanismos de asesoría, apoyo legal, apoyo contable, apoyo psicológico, con un espacio de visibilización del trabajo para lograr ese trabajo justamente remunerado y sea un gremio que se autoproteja y autorregule ante el desprestigio de consultores y consultoras que venden humo o denigran y desprestigian la profesión.
Y una vez librada la batalla al interior podamos también salir a la calle seguras, sin violencia de género: física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, simbólica en cualquiera de sus modalidades doméstica, institucional, laboral, mediática o política.
Sigamos pues en la lucha. Como decía Florence Nighingale: “Lo importante no es lo que nos hace el destino, sino lo que nosotras hacemos de él.” #fuerzamujeres#nosqueremosseguras#circulodeconfianza#niunamás#nosqueremosvivas#carpediem
