[vc_row][vc_column][thim-text-box style=”left” title_1=”Edurne Ochoa @edurneochoa IG ochoaedurne_”]Consultora en comunicación política & género, feminista y activista. Es Presidenta de 33 Mujeres agencia de equidad social, comenzó en el sector gubernamental hace 16 años como consultora encargada de imagen y comunicación estratégica de diversos partidos políticos y Gobiernos. Fue reconocida como mujer influyente del año 2018 por The Washington Academy of political arts and science.[/thim-text-box][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
“Ponerse las gafas violetas consiste en mirar el mundo desde una visión crítica y desde una perspectiva de género para ser consciente de las desigualdades entre hombres y mujeres”.
(El Diario violeta de Carlota)
[/vc_column_text][vc_column_text]Partamos del entendido que la comunicación genera opiniones diversas en la ciudadanía, las cuales determinan cómo nos vemos y nos relacionamos en las sociedad. Por ello la perspectiva de género es una herramienta fundamental que nos apoya en la construcción de una sociedad igualitaria, a través de cambios estructurales en los mensajes de medios masivos, interlocutores, políticos y Gobiernos.
La comunicación y la política siempre han estado intimamente vinculadas, y esta unión nos permite conocer el ejercicio de los gobernantes, configuran nuestra forma de pensar y actuar, informar, interpretar y mediar intereses los cuales pasan por estrategias que acción comunicativa en forma de mensajes a la sociedad.
Veamos
“La comunicación política en la década de 1970 como campo especializado inicia su consolidación, partiendo de concebir a los medios de comunicación como un factor trascendental y poderoso en la forma de pensar y actuar de los individuos, y bajo este supuesto surgen teorías como la de los usos y gratificaciones, en donde se concibe a la audiencia como receptora activa en la información, quien la retiene y selecciona de acuerdo con sus necesidades, para utilizarlas, posteriormente con intenciones y fines específicos”. (Reyes, 2007: 109).
La comunicación política moderna nos habla del mensaje como capáz de persuadir y en sentido amplio generar: datos, opiniones, argumentos, sentimientos, críticas, valoraciones, juicios de valor, reflexiones, cambios sociales, etc. Ya sea de forma verbal o no verbal. Ya sea por la transmisión del mensaje cara a cara, vía masiva por los medios de comunicación o por la publicidad/propaganda que se implemente.
En este universo es donde deben converger la comunicación política con un enfoque de género, ya que a pesar de los diversos tratados e instrumentos internacionales las desigualdades entre hombres y mujeres siguen existiendo. Las mujeres seguimos sufriendo discriminación en la salud, educación, representación política o en lo laboral, lo cual genera efectos asimétricos
Por eso la perspectiva de género debe ser un mecanismo transversal para lograr cerrar las brechas de desigualdad y analizar la forma en la que se crean y perpetúan sistemas sociales a partir de un determinado punto de vista del sexo y género. No debemos olvidar que las mujeres somos el 52% de la población y que la comunicación política hasta ahora ha sido abordada con una visión androcéntrica basada en necesidades de los varones para los varones.
A las mujeres electoras / ciudadanas, se nos ha relegado a mensajes simplistas, estereotipados y sexistas que perpetuan las desigualdades y aumentan la violencia estructural en la que vivimos.
Pensar y replantearse la política y lo político desde una cosmovisión de género es una propuesta que vengo incentivando desde hace algunos años, a partir de mi militancia feminista. Debemos hacer de la compol un nuevo modelo que nos obligue a comunicar nuevos valores y deconstruir la cultura y sociedad patriarcal hegemónica que reina con mayor intensidad en America Latina.
Los y las consultoras políticas tenemos responsabilidad en quiénes llevamos al poder, cómo asesoramos a los Gobiernos, qué políticas públicas impulsamos, cómo comunicamos masivamente, qué materiales de propaganda diseñamos y cómo enfrentamos una campaña de contraste sin que esta deba ser virulenta y despolitizante de las mujeres que buscan acceder a espacios de toma de decisiones.
Ponerse las gafas violetas, supone mirar a “lo otro” a las mujeres, las cuales históricamente hemos sido invisibilizadas y borradas de las decisiones torales. Es un tema de derechos humanos y avance de las mujeres.
Supone además hablar de la política y lo político, de lo que sucede en el espacio privado para llevarlo a la arena pública, donde podrá encontrar respuestas a las demandas históricas de las mujeres. Sin descuidar el abordaje interseccional, para una correcta promoción de la democracia y los derechos humanos de todas las mujeres diversas y plurales que somos.
Permanecer bajo el dominio de lo masculino, supone un modelo de opresión multidimensional, el cual incluye discriminación basada en temas económicos, políticos, étnicos, de género, clase y raza.
La comunicación política debe reivindicar la lucha contra el acoso sexual, la violencia de género, las libertades sexuales, la organización social de los cuidados, las relaciones de género, la paridad y representatividad, la feminización de la política, para desmitificar que no existe otra alternativa, debemos diseñar un relato contrahegemónico para romper creencias, actitudes y estructuras.
Si miramos los últimos movimientos sociales digitales son resignificativos, con críticas a los viejos modelos de relación social, los cuales van estableciendo lazos con una amplia red de ciudadanos y ciudadanas, grupos sociales, organizaciones, activistas, feministas, políticas/os y el frente amplio de mujeres. Estas nuevas alianzas que incluyen desde movimientos estudiantiles, hasta perfomances en forma de denuncia, buscan promover y formar un nuevo movimiento mundial con acciones en lo local o regional para poner en la mesa política las prioridades y exigencias de las millones de mujeres que cada día han decidido dejar de atrincherarse para sumarse a una nueva forma de hacer política.
La comunicación política con perspectiva de género es un llamado a varones y mujeres para que en unidad logremos ser capaces de atraer un amplio apoyo popular y cambiar la cultura política de subordinación, combatir sus causas y efectos a través de una repolitización del 52% de la población, todo esto, a través de la perspectiva de género como herramienta permanente de qué hacer político y de la política.
Un mundo en igualdad, sin discrimiación, sin violencia y con visión de género es posible si quienes trabajamos en el mundo de la consultoría política decidimos mirar el mundo con nuestras gafas violeta.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]